Ivanovich

Ixchel manchará de sangre a su hija la luna como ofrenda de purificación del tronco del Yaxché; ella es la diosa dual, que ofrece y quita, ah! del hombre del maíz que solo busca poder, perderá lo más preciado por el brillo que ven sus ojos... amarillo, verde, negro... solo es polvo y se cambia por la vida misma, unos pocos por todos.

Sigo siendo aquel niño curioso, aunque te de lata mi hiperactividad e iniciativa... Quiero explorar la vida desde distintos ángulos. Sigo siendo aquel niño llorón, aunque a veces me veas duro o zafado como un loquillo... Vivo al máximo mis sentimientos, sin máscaras. Sigo siendo aquel niño noble, aunque escuches de mi boca malas palabras... Es mi puto modo cabrón de expresar mi pinche mierda mental.

Me caigo, me levanto... caigo con la misma piedra... la identifico y elijo no enamorarme de ella... evito caer y me acostumbro a mirar mi camino. Sin embargo me vuelvo a caer, pero ahora con otra piedra más grande, más incómoda, común. Pienso, reflexiono y me empieza a gustar... Caigo profundo, muy hondo, y soy aplastado por mi piedra, amorfa, linda y pesada. Pienso que ya no puedo levantarme, no puedo moverme, no avanzo... y voy muriendo. Miro en mí, duele, me avergüenza y es difícil... reconozco, acepto y abrazo... esa piedra ahora es pequeña en mis brazos. Avanzo... Sigo topando con más piedras. Continúo mi camino.

Perfectamente imperfecta, serena, cautivadora, impetuosa... me atraes a tu mirada lúcida, perdida, enigmática. Gotas caen del cielo y te empaña el alma... solo quiero besarte y tomar ese aire que emana de ti, eres completa. Seamos dos completos seres que son, están y tienen.

Si la única certeza que tenemos en la vida es la muerte... elijo vivir consintiendo la muerte chiquita me me causan tus besos.

El cuerpo se enferma, el espíritu se enferma, los sentimientos se enferman, la mente se enferma... Estoy dispuesto a renunciar y soltar todo aquello que me enferma, aunque los precios a pagar sean altos.

Tengo un SUEÑO! Estoy dispuesto a dejar TODO lo demás por hacer realidad lo que en verdad quiero? Ahí radica una diferencia entre los que CUMPLEN sus sueños y los que solo tienen bonitas historias.

No sabía que soy tan, tan chingón... Sino hasta que dejé de hacerme pendejo.