Ivanovich

Estigmatizado, esclavo, siervo, servil, ser marcado por el fuego de la etiqueta; connotaciones distintas llegan a mi mente como prisma de halo de luz a causa del título, una confrontación de ideas, conceptos en balance, o dicotómicos, un mural de colores lleno de simbolismo que se abalanza, penetra y habitúa la mente de quien tiene ojos para ver, ver más allá de simples figuras y compararlo con la realidad social. Mensaje antes que forma. Llega a mi mundo de ideas la alegoría de la caverna de Platón que alude a los hombres que viven al fondo, junto a las paredes, acostumbrados a las sombras que se originan del fuego a la entrada de la cueva… el personaje que sale de la caverna y conoce, se convierte en acreedor de otro panorama, que al regresar con los suyos comparte, pero los de adentro le toman de loco. Quien sale es marcado, estigmatizado por una experiencia diferente a la suya, por un fuego llamado raciocinio, los que viven en oscuridad enraizados de su realidad oprimen a quiene

Los trazos en movimiento en armonía y composición; los olores y sensaciones, del caribe a disposición. El ensamble artístico: natura, viva pasión; confluyen los elementos en estética unión. Un día soleado, viento, calma, son y enérgico latido del inquieto corazón.

La libertad no está condicionada... la mente vuela sin alas para cortar. La libertad depende de tí mismo, de tu propio control de temperamento, algunos le llaman carácter, yo a veces le llamo madurar. La libertad no está condicionada a la apreciación o  entendimientos de otros, sino a tu propia cordura para aceptar las diferencias y defender la individualidad propia. La libertad se refleja en las expresiones artísticas, matices, momentos, experiencias, efímeras al final de cuentas... pero el ejercicio creativo es la esencia de la libertad, una finita, como uno mismo. La libertad es una posesión valiosa, no material, nadie te la roba, tú mismo la sueltas.