Mal no necesario
Te dejé hace tiempo atrás y ya no te
extraño. Me hice dependiente de ti, tus formas, tu sabor, tu encanto, lo
cotidiano de tu presencia, pero ya no más.
Te compartía con muchos y veía cómo luego les destrozabas la
vida, y aun así, sabiendo que lo mismo podrías hacer conmigo, te frecuentaba
como una droga cuyo adicto deseaba; consumías todo mi dinero, mi vida, mi
tiempo, mi cuerpo... y yo lo consentía. ¡Que avergonzado estoy!
Agradezco los pocos, muy pocos que me advirtieron, que al
principio tomaba como locos, dementes, extraños. Esta relación era un suicidio
lento, silencioso e innecesario y no lo quería ver así, en mi mundo tú eras
perfecta, tu dulce elixir me embrujó.
Ahora que soy libre de tus cadenas, me
preguntan mucho por ti ¿Por qué te dejé? ¿Qué no funcionó? ¿Qué tontería estoy
haciendo?... no me molesta... Ahora solo me preocupa que dañes vidas inocentes,
la mía la corregí a tiempo.
Eres mala, viciosa, dañina,
quien me lea posiblemente no me crea, le moleste, te defienda o no le
importe... Solo te escribo para recordarte que conmigo ya todo se acabó, te
recuerdo como un mal no necesario.
Adiós refresco de cola...
Comentarios
Publicar un comentario